Visita al Palacio de
Minería y al Museo Nacional de Arte
La llegada
El
sábado 5 de noviembre mi grupo tuvo una visita a dos museos ubicados en el
centro de la ciudad de México. Invité a mi hermana, pero se levantó muy tarde,
le dije que yo salía de la casa a las 9:15, pero como no estaba lista tuve que
partir sin ella, ya que había quedado con mi amiga Carla a las 9:45 frente al
Palacio de Bellas artes para posteriormente irnos al MUNAL porque ella no sabía
precisamente como llegar.
Así
que salí de mi casa y caminé hasta el metro Aquiles Serdán, luego transbordar
en Tacuba y llegar a la estación Bellas Artes. Llegue con solo cinco minutos de
retraso y ahí estaba Carla con su cabello de uva, junto con un amigo Fer que
iba acompañándola.
El
camino nos dirigía hacia el museo donde mi profesor Jorge Morales no había citado a las 10 de la
mañana. Todos fuimos puntuales, sin embargo, ahí ya
estaban algunos de nuestros compañeros de ese grupo.
Pasaron
mil años y mi profesor no llegaba,
así que comencé a sospechar que no iba a llegar. Muy puntual el señor al fin llegó, así que emprendimos
hacia nuestra primera estación que fue el Palacio de Minería que se encuentra
en la calle de Tacuba No. 5.
Palacio
de Minería Sitio web del Palacio de Minería
Aunque
era sábado se podía escuchar el ¡Piiiiiip! del claxon de los autos a lo largo la calle como en cualquier día de la
semana de esta ciudad tan caótica. A veces amo mi ciudad pero odio que la gente
se comporte como animales y no tengan ni un poquito de paciencia. Así que fuimos todos a
comprar nuestro boleto de acceso, pero el profesor muy buena onda pago el de
todos, dijo que lo hacía por haber llegado tarde. Teníamos todos ya nuestros
brazaletes de color morado y nos dirigimos a la entrada principal. Como el
acceso determinaba tener un guía y el profe ni preguntó, nos pasamos como burro
por su casa,
pero las mujeres que eran guardias nos vieron sin guía y nos sacaron a esperar
a un guía.
Como
el grupo era enorme yo no escuchaba mucho, pero el profe seguía dando su
informe, con voz baja y un poco pachucho.
Al
llegar al patio principal observamos la arquitectura del recinto. A la vista
resaltan los arcos de medio punto almohadillados en ambos pisos, la balaustrada
de la planta alta, y el domo que cubre todo el espacio del patio. El piso y las
paredes son de cantera razón por la cual el edificio tiene una pequeña
inclinación hacia la parte trasera.
El
edificio se construyó de 1797 a 1813 con un estilo neoclásico por el escultor y
arquitecto valenciano Manuel Tolsá para albergar al Real Seminario de Minería,
con la finalidad de formar académicos especialistas en la explotación de minas.
Como
los últimos siempre serán los primeros, nuestro grupo fue el más
rápido en tomar asiento en la escalinata para seguir escuchando a la guía. La
historia cuenta que las personas que estudiaban ahí eran solo hombres, tenían
que tener ciertas características con las cuales concentraban los grupos con un
cupo de 25 a 30 alumnos. Esto era tener alguna conexión directa con la minería,
es decir, que vinieran de una familia de mineros, contar con yacimientos o
conocimientos sobre esta actividad. Ser criollo o peninsular que tuviesen el
dinero para pagar su estancia en la academia, además de estar bautizados bajo
la religión cristiana.
Con
el tiempo ampliaron su programa de estudios implementando a las matemáticas, la
física y la química, así se convirtió en el Centro de las Ciencias en México y
el Centro Oficial de Ingenieros de México
Después
subimos la monumental escalera y entramos a una antigua capilla en donde se
pueden observar dorado por aquí, dorado por allá, dorado por todas partes. Además de dos murales en
el techo, uno es “El milagro del pocito” y el segundo es “La asunción de la
Virgen” ambos por el pintor Rafael Ximeno y Planes.
Después
de esta sala tuvimos que retirarnos porque a falta de tiempo, solo nos
permitiríamos visitar el Museo Manuel Tolsá, que está dentro del edificio, pero
tiene su propio acceso. Este museo se instaló en 1999 y presentan a manera de
maquetas, planos, escuturas, pinturas el trabajo del arquitecto valenciano.
Patio principal del Palacio de Minería Fotografía Ana Rodarte Palacio de Minería 2016 |
Detalle de balaustrada en la parte superior del Palacio de Minería Fotografía Ana Rodarte Palacio de Minería 2016 |
Escalinata principal del Palacio de Minería Fotografía Ana Rodarte Palacio de Minería 2016 |
Maqueta a escala del Palacio de Minería Fotografía Ana Rodarte Museo Manuel Tolsá 2016 |
Copia a escala de la estatua de Carlos IV “El Caballito" Fotografía Ana Rodarte Museo Manuel Tolsá 2016 |
1904 1911
Luego de aquí salimos para visitar el Museo Nacional de Arte que se ubica detrás de la plaza Manuel Tolsá, donde podemos ver la estatua de Carlos IV “El Caballito” que está en restauración.
Luego de aquí salimos para visitar el Museo Nacional de Arte que se ubica detrás de la plaza Manuel Tolsá, donde podemos ver la estatua de Carlos IV “El Caballito” que está en restauración.
El
acceso a este museo es gratuito presentando la credencial de estudiante, pero
en cambio hay pagar $5 por un permiso para poder tomar fotografías que creo que
vale la pena hacerlo.
El
Palacio de Comunicaciones y Obras se construyó del año de 1902 a 1911 ordenado
por el entonces presidente Porfirio Díaz (que hoy ya está en un lugar mejor) y tiene un estilo ecléctico,
que se toma elementos de otros estilos
utilizando materiales como el vidrio, bronce y mármol, pero sobre todo el
hierro.
Dentro
del ahora museo podemos observar una impresionante escalera de mármol con
decoraciones de leones; flores con herrería sobre el barandal de las escaleras,
lámparas con pequeños dragones, pisos de madera, plafones y figurines tallados en
la parte superior como ha de ser el cielo lleno de almas. y demás mobiliario que
adorna todo el interior.
Lo
que nos interesaba realmente de este lugar eran las pinturas que se exponen en
sus salas permanentes. Nos dirigimos sobre todo al área de obras del siglo XIX
para ver el trabajo realizado por artistas como el ya mencionado Manuel Tolsá,
Miguel Cabrera, Santiago Rebull, Felipe Gutiérrez, Juan Cordero, José María
Velazco por mencionar algunos. Las obras de estos pintores que causan todo,
pero a la vez no causan nada.
Ese
lugar resulta muy impresionante
a comparación del Palacio de Minería, con la diferencia que aquí no hay lugar
que no tenga adornos y decoraciones que resultan elegantes y modernas.
En
compañía de mi Nikon, mi cámara, mi
bebé y mi amiga más fiel nos enfocamos en tomar los detalles de las construcciones porque
considero son lo que le dan vida y enaltecen la arquitectura de estos y de
todos los edificios de la ciudad de México. Capturé al menos unas 100 fotografías,
las cuales tienen colores cálidos y luz suave.
La
visita terminó oficialmente en la tienda de souvenirs
donde algunos compañeros compraron algún recuerdito. Yo solo me llevé las
fotografías que tomé ese día y la experiencia de haber visitado estos
maravillosos lugares y quedarme con el recuerdo, además de que se me hizo muy
caro todos los artículos que pude ver, pues tener que esperar semanas, días,
horas y minutos para que llegue mi beca no pienso gastarlo en souvenirs de $89.00.
Después
de todo mis amigos y yo fuimos a comer una torta de chilaquiles con milanesa a
la taquería “El Caifan” que está frente a la plaza de la solidaridad. Comimos
muy rico, aunque mi agua de piña con yerbabuena no me gustó. Cada quien pago lo
suyo al final cada quien se fue volando a su casa para terminar toda la
tarea que teníamos pendiente.
Escalinata principal del Museo Nacional de Arte Fotografía Ana Rodarte MUNAL 2016 |
Vista de la escalera principal del Museo Nacional de Arte Fotografía Ana Rodarte MUNAL 2016 |
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